Un ser apasionado
¡Que difícil ser un apasionado de la vida! ¡Que difícil hacer las cosas con pasión!
El ser apasionado no mide fuerzas. Continúa, perservera, insiste hasta que logra su objetivo.
El ser apasionado no se limita, no se esconde, no oculta lo que siente, lo que hace, o si lo hace lo hace por un motivo que requiere exquisita discreción y fuerza de voluntad para guardar el secreto.
El ser apasionado se concentra en su objetivo. Nada le distrae.
El ser apasionado deja que la intensidad de la vida recorra su vida. Vive para poder detenerse en el éxtasis de los instantes. Su vida tiene un propósito que inspira, que mueve a otros a vivir.
El ser apasionado arrastra con su ejemplo, con su propósito de vivir. Cuando los mediocres ven al apasionado le envidian porque intuyen lo grandioso de entregarse completamente a una causa o a alguien. Tenemos una vida tan corta. Creo sinceramente que todos deberíamos tener algo de pasión en nuestras vidas. La gente debería vivir con pasión. La vida es tan maravillosa que no vale actuar como espectadores. Los verdaderos protagonistas son los apasionados. Quiero ser un apasionado de la vida. No quiero pasar desapercibido en mi corta estadía por este mundo. Quiero vivir plenamente: felíz y apasionado! |